Se busca una producción agropecuaria más sostenible, mediante el uso de diferentes métodos o herramientas tecnológicas, como por ejemplo los sistemas de posicionamiento geoespacial (GPS) y el sistema de información geográfica (SIG), con el propósito de recopilar información en tiempo real sobre lo que sucede o puede suceder en los suelos y en los cultivos para proceder de esa forma a la toma de decisiones en el futuro que permitan el incremento de los rendimientos, la disminución de los costos de producción y la reducción de los impactos ambientales.
Posibilidad de medir ‘sobre el terreno’ y en tiempo real todos los aspectos que pueden condicionar la productividad de los cultivos, para poder analizar al instante estos datos y decidir qué actuaciones son las más adecuadas en cada caso.
Apostar por la innovación agrícola es apostar por una agricultura mucho más eficiente, productiva y sostenible.